En este artículo quiero compartirles por qué creo que la apertura a contar historias reales en las que nos mostramos transparentes y vulnerables ha hecho que El Universo de Truora sea uno de los podcast más exitosos de Naranja Media.
Desde su origen, El universo de Truora se concibió de una forma diferente: la mayoría de nuestros contenidos parten de un “qué”, pero este surgió de un “cómo”. Mientras lo usual es pensar “qué queremos decir”, “qué conversación queremos propiciar” o “qué hacemos actualmente y queremos destacar”, este show partió de un cómo: “queremos documentar con tanta profundidad como pudiéramos a un startup y ver a partir de esto qué conversaciones emergen”.
Aún sin saber el qué —el resultado—, sabíamos el cómo: un contenido profundamente documental y realista. Lo único claro era que queríamos hacer ese documental, sin saber muy bien hacía dónde íbamos a llegar, y claramente sin saber muy bien cuáles eran todos los frutos de hacerlo.
Solo ahí, hay dos renuncias a las que empresas normalmente no están dispuestas a acceder:
- Privacidad: estar dispuestos a mostrar incluso lo feo, los dilemas y hasta los posibles errores que se cometieron.
- Definir un qué desde el inicio: El objetivo del contenido estaba en su forma y esencia, no en un resultado cuantificable o definido desde el inicio.
Definir ese cómo más que un qué, permitió que este podcast creciera ampliamente para compartir mensajes muy diferentes, pero al mismo tiempo muy coherentes. Así, aunque el show es un podcast de negocios, siempre atrae una audiencia mucho más amplia, cada una con motivos diferentes de por qué escuchar este contenido y, al mismo tiempo, cada una muy enganchada.
Si ustedes son fundadores de una startup, o quisieran serlo, el podcast es una clase magistral sobre cómo hacerlo realidad. ¿Por qué? Acá algunos ejemplos de qué conversamos:
- La primera temporada parte con quién es cada uno(a) de los fundadores de Truora: su historia, background laboral y, después de cuatro episodios, se entiende por qué esto es un equipo ganador, con quién carajos se debería asociar uno para hacer algo enorme, qué habilidades se necesitan o si se debería emprender full time.
- Hay respuestas a esas dudas clásicas: qué producto crecer o cómo entender el producto que el mercado necesita.
- Después de crecer: ahora la cultura y el equipo… ¿Y eso qué?, ¿a quién contratamos?, ¿cómo los recompensamos?, ¿dónde buscar el talento?, ¿qué realmente está moldeando la cultura?, ¿es esa la cultura “ideal” de un startup?
- Cómo entender los retos y ese “en dónde estamos parados en este momento”. Así abrimos la segunda temporada: entendiendo el mercado de Startups en Latinoamérica.
- Cómo alinear una visión con los dilemas de crecer y las posiciones encontradas de los fundadores y el equipo.
Como ven, este show, a partir de sus historias reales, es una clase magistral para aquellos que quieren crear empresas.
¿Qué me parece interesante de lo anterior? Todas esas preguntas tienen respuestas implícitas, nunca hay el “Tres consejos para contratar mejor”, pero créanme: el contenido implícito es tan poderoso que les aseguro que cualquier emprendedor va a querer hacer algún cambio en su empresa después de escucharlo.
Ahora: acá es donde viene la magia de este contenido.
Si no son emprendedores, quizás quieren hacer carrera en una empresa, también podrían amar este show. ¿Por qué? Permite:
- Entender las oportunidades únicas que brindan las startups en un plan de carrera.
- Ver qué hace al talento algo excepcional y cómo potenciarlo.
- Comprender cómo liderar un equipo
- Tomar riesgos en la vida, en el trabajo o en cualquier parte.
- Tener luces sobre cómo estar en un trabajo relevante en el sentido más amplio de la palabra.
También ha sido una oportunidad para Truora: contarle a todo su equipo e inversionistas su historia, esa historia que, aunque se viva desde adentro, no siempre se conoce con todas las caras y dilemas que enfrenta. Es también su oportunidad de darle voz al equipo y de mostrarlo al mundo, y esto también es súper valioso como empresa.
Y la magia también está en que todo esto que logra este show, está en un formato tan pero tan entretenido que les aseguro que si lo único que quieren es escuchar una buena historia, también lo van a disfrutar. No saben la cantidad de mayores de 45 años que aunque se sienten “distantes” a este lenguaje y mundo de startups, se enganchan 100% con el contenido.
Es sorprendente y motivo de orgullo ver el impacto que este podcast genera en las personas, las reflexiones que despierta alrededor del contenido y las conversaciones que ha detonado.
Cuando las empresas van a crear contenido dejan a un lado la oportunidad enorme de ser transparentes desde sus propios dilemas, retos, fracasos o triunfos con un producto, con su cultura, sus contrataciones, entre otros… Esa oportunidad se pierde, por lo general, por miedo: porque creemos que lo mejor que podemos hacer es siempre mostrar la punta del iceberg, mostrar la cara amable y esa arista en donde parecemos 100% seguros de lo que hacemos (esto aplica en la comunicación externa y también interna de nuestras empresas).
La contraparte es que esa cara tan amable casi siempre pasa desapercibida, se queda en un aplauso o parece una decisión arbitraria a la que poco se le pensó. Mostrar las diferentes aristas podría estar detonando conversaciones múltiples y enriquecidas, y finalmente ¿no es eso lo que queremos?
Como siempre, bienvenidos sus comentarios y ampliemos esta conversación.